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56 CÁNDIDO DE VIÑAYO, O. F. M., CAP. JESUS CAMINO, VERDAD Y VIDA Texto evangélico Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn. 14, 6). Ambientación del texto Jesús se halla en el Cenáculo. Ha llegado el momento de desahogar su corazón con sus discípulos. Fn sus pa– labras les da la más tierna y afectuosa despedida. Para consolarlos les manifiesta que va a prepararles un lugar en la casa de su Padre. Además que la ausencia no será definitiva. El se va, pero volverá de nuevo. Estará con ellos de una manera misteriosa, aunque real. Estará con su asistencia, con su acción vital. Ellos, tras la vida del destierro, serán tomados para vivir con El, siendo partí– cipes de su gloria. Con toda claridad los dice que se va al Padre, al cielo. Por eso les dirige estas palabras: «Adon– de voy Yo, ya sabéis y conocéis el camino». Pero los discípulos, hombres de cerrada inteligencia, no comprendieron lo que Jesús quería decirles. Hasta es posible que pensaran que el Maestro iba a retirarse a un lugar de la tierra desconocido. No es extraño que uno de ellos, Tomás, le dijera: «No sabemos adónde vas, ¿cómo, pues, podemos saber el camino?» Entonces Jesús se les declara diciendo: Yo soy el ca– mino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por Mí. Estas palabras contienen una de -las más profundas sentencias de Jesucristo. Vienen a ser como un compen– dio maravilloso del cuarto Evangelio. En ellas Jesús nos traza las más vivas y exactas pinceladas de su autorre– trato. Merecían un comentario más amplio que el que podemos darles aquí.