BCCCAP00000000000000000000500
AUTORRETRATO DE CRISTO 133 suelo. Si Jesús está con nosotros, y de nuestra parte co– rrespondemos a su gracia, nadie nos podrá vencer. Santa Catalina de Siena se vio en cierta ocasión ho– rriblemente tentada por el demonio de la impureza. Su alma se sentía agitada por las inquietantes olas de los ma– los pensamientos. Pero su voluntad se mantenía firme, unida a Dios sin el menor consentimiento a la tentación. Después del duro combate, vino por fin la calma. Jesús se le aparece para recrearla. Mas la santa le dirige esta amorosa queja: -¿Dónde estabas, dulce Señor mío? ¿Dónde estabas cuando mi corazón se veía lleno de tinieblas e inmun– dicias? -Dentro de tu mismo corazón. -¿Es posible que estuvieras entre tantos inmundos pensamientos? -Pero esos pensamientos-le dice Jesús-, ¿te causa– ban placer o tristeza? -Inmensa tristeza. -Pues Yo era el que producía aquella tristeza; Yo, que estaba escondido en lo más interior de tu alma para fortalecerla y alentarla en la lucha, y por eso te cpnser– vaste fiel a Mí. ¡ Ejemplo consolador! Jesús está con nosotros. Está en nuestro mismo corazón cuando nos asaltan las tormen– tas de la vida y parece que vamos a perecer. Jesús está con nosotros para darnos la mano a fin de que no caiga– mos en el abismo. Jesús está con nosotros en nuestras mismas caídas para levantarnos, compadecido de nuestras miserias. Esta presencia de Jesús hemos de recordarla sobre todo en los momentos de duda y vacilación para saber salir a flote en esas luchas críticas en que nuestra alma se halla en peligro de sucumbir.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz