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os lo he dicho y 1 no me habéis. hecho caso. _¿,Para qué queréis oírlo otra vez? ¿Acaso prete·ndéis haceros discípulos suyos?». , .. . . , Ellos le dijeron llenos de -desprecio: «Tú serás discípulo suyo. Nosotros somos discípulos -de Moisés. Sabemos que Dios habló a ,Moisés, pero en cuanto a -éste no sabemos de dónde es». 1E,l hombre les replicó: «1Esto sí que es maravilloso; vosotros no sabéis de dó.nde es y, sin embár.go, me abriq los oJos. Sabemos que ,Dios no ,oye a los pecadores, sino -que escucha a -quien le ·honra y hace su vo 1 lu·ntad. N1::1-nca ·se oyó decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de \nacimiento. 11 Si- este hombre no viniese de Dios, no podría hacer nada». . , Indigna-d·os po.r .Ia actitud valiente del hombre, le dijeron: «Has nacido e,nvuelto en p,e.cados y ¿te atreves a darnos lecciones?» Y :le arrojaron fuera. Oyó Jesú·s que Je habían expulsado y, encontrándose con él, le dijo: «¿,Orees en el Hijo ,de ,Dios? ·El r -espondió: «¿Quién es, Seño:r, para que crea en El?» Je·sús le dijo: «Al que estás vien-do y que está hablando co-ntigo, ést~ es». Entonces exclamó: «1Creo, Señor». Y se postró a-nt~ El (Jn 9, 1-38). En este milagro se simboliza el hecho de que Cristo, es la luz espi– ritual del 11lU11 1 do. Y aparecen dos actitudes hmnanas ante la luz de Cristq: La del ciego, que recobra la luz material y la espiritual; y la de los fariseos, que se einpeñan en. no reconocer el milagro ·a pesar de su evidencia, de manera que la luz de Cristo les ciega más en vez de ilu– minarlos. 5. ALEGORIA DEL BUEN PASTOR. En 1a Sagra-da Escritura se -compara mu-chas veces al pu·e-blo de Is– rael-y también · a toda la humanidad--con un rebaño. Jesús es el Buen Pastor . 79