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PEDRO RECIBE LA PROMESA DEL PRIMADO --·-------------------------------. . El abandono de Jesús por parte de muchos que ,le seguían, y la lu– cha de los princip,ales judíos contra ,El, ib:an p.repariando el ambiente en que se .acabarí.a dando muerte al Maestro de Nazarét. Jesús reali• zaría de esta ma 1 nera la redención d-e los hombres. ·iSu predicación :a las turbas- ya ·no es tan frecuente. -Se dedica ,más bien a p·reparar a -sus discípulos fieles, los apóstoles, para que predi– quen su doctrina 1 a todo e l mundo, una v-ez ,que El haya .muerto y resu– citado: A Pe·dro le 1anuncia 1 que él será ei fundamento 1 sobre el ,que se asiente la Iglesia; predice su p:asión; y se tr,ansfigura en presencia ,de P·edro, Santiago y Juan. ' 1 \ l . CURACION DE LA HIJA DE . LA ·CANANEA. . . Viendo el poco fruto de su predicació-n, Jesús comenzó a retirarse algo -de Palestina, · tsalien·do -por las r-egion-es limítrofes. Hallábas,e un -día con sus discípulos en la región 1 de Tiro y 1 Sidón, ' cuando un·a mujer cananea, enterada -d,e quién ·,era J-esús, se llegó a El gritando: «Ten piedad de mí, -S-eñor, Hijo ,de David. Mi :hija es ·atormen– tada cruelmente por el demonio». Jesús no le respondió nada. Pero los discípulo•s le rogaron: «Despídela, ,porqu,e viene gritando -detrás ·de nos.. otros». Dijo entonces Jesús: «No he sido enviado. sino a las ovejas per– didas de la casa de Israel». ,La mujer Io,g~ó adelantars-e y, postrándose ante ,El, -dijo: «S•eñor, ayúdame». Jesús respondió: «"No está bien coger el pan de los hijos para echarlo a los perros». «Es cierto-contestó ella-. Pero también los pe• rros comen las migajas -que caen de la mesa de sus -dueños». 1 Las palabras •de la -ca-nane·a c-omplaciero·n a Jesús, que le 1 dijo: «Mu– jer, grande es tu fe. Hágase lo que -quieres». Y su hija quedó curada en aquel mismo m,om•ento. . J es-ús quería hacer del pueblo jumo el primer partícipe de su Evan– gelio y de sus milagros. A pesar de que compara a los gentiles con los perros, su misericordia queda por encima de todo y siempre atien.de a quien pida con fe e insistencia. 2. S. PEDRO RECONOCE A JESUCRISTO COMO HIJO DE DIOS. Otra ·vez, subiendo J-ordán arriba, llegó Jesús a la región ·de Cesa-rea de Filipo (en Iturea). Después de ta,ntos milagros y ·de tantas predica~ ciones sobre el Reino de 1 Dios, Jesús, 1 en un paraj,e montaños-o fuera de ·71
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