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3. EL SEMBRADOR. Pr.o-puso J,esús esta parábola: «.Salió el se·mbrador a sembrar. ) ... al sembrar, algunos granos ca– yeron junto, al camin-o y vinieron las aves .del :cielo y 1 los -comieron. Otros •cayeron en tierra pedregosa, ,donde no ·habfa mucha .tierra. Na– ci1eron muy p·ronto, porq11e no había tierra profunda; pero, al 1 salir el sol, se agostaron; y como no t ,ení.an ,r .afces,· se secaron. ·Otr·os c·ay,eron entre espinas; p·ero crecieron las espinas y los sofocaron. Otros caye– ron en tierra bu•ena y fructificaron, unos el ciento, otros el s,esenta y otros el treinta... El sembrador arroja la simiente en el campo Vosotros, ,pues, escuchad la parábola del sembrador. Cuando uno oye la palabra del •R-eino•, pero n·o la •enti-ende·, ·vi 1 en.e ,el maligno y arranca lo s,embrado ·en !su corazón. Tal es •el 'que ·ha recibido la s,e·milla junto al camino. Aquel ·qu·e la r-ecibe en tierr.a p 1 edr·egosa, ,es 1 el que, oída la palabra, la r•ecibe de momento ·co·n alegría; .pero, al no, tener :raíc·es, no puede ·du·rar: Vi 1 ene un,a tribulación o un·a persecución ·a 1 causa •de la palabra e inm·e·diatam.ente sucumb·e. Aqu•el qu·e ha r•ecibido la semilla entr,e ,espinas, ·es ·el qu,e ,o,ye la palabra., pero, las pr 1 eoc·upaciones ,del mundo y la seducción •de la riqu•ez,a, la ·sofocan; y así qued.a sin fruto. Aqu,el 1que la r,ecibe en tie·rra buena, es ,el qu:e oy,e la palabr.a y Ia en– tiende. ,Est 1 e llev.a fruto y ·da •el ciento o el s·esenta o el treinta po 1 r uno» (Mt -13, 3-9; 18-23 ). 62