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Cristo en el desierto hace huir a Satanás y es servido por los ángeles 1 Entonces el ,diablo le llevó :a la ciuda.d ,sa.nta, le colocó sob.re el pináculo del templo y J,e ,dijo: 'Si 1eres Hijo 1de Dios, tírate abajo; po~que está escri– to: 1Dará órdenes .a los ángele.s acerca 1 de ti y te cogerán en ·sus manos, para que tu pie no tropiece en piedra ialg.una'. J·esús le ,respondió: 'También está escrito: .No tentarás al S•eñor tu Dios'. De nuevo le llevó el ,diablo ,a un ·monte muy elevado, le hizo ver to.dos los 1 reinos del m11ndo -con su mag,nificenciá y le ·dijo: 'Todas ,estas cosas te daré si ,ca·es .a mis pies para ador,arme'. 1 Entonces J,esús Je ,dijo: 'M·árchate, Satanás; rporque está escrito: Adorarás al Señor tu 1 Dios 1 Y solamente a ,El da– rá1s culto'. ,Entonces le dejó el ,diab,lo y s .e .acercaron los áng:eles para ser- V1Íl11.e» (Mt 4, 1-11). Jesús comenzó predicando con el ejemplo .su Evangelio, que es evan– gelio de libertad frente a la opresión de los p•oderes del ·mal. Las tres tentaciones de ·entrega al .placer, al orgullo y a la a'mbición sólo pueden superarse miran,do el ejeID1plo de Cristo y acogiéndose a su protección. 4. EMBAJADA D·EL SANEDRIN A SAN JUAN BAUTISTA. ;La figura de Juan 1 el Bautista -seguía pro-duciendo tal impr,esión 1 entre l 1 as gent,es, ,que ,el pu.e1blo •emp,ezó a pensar si no sería el M·esías •esp 1 e·rado. Entonces las autoridades religiosas de Jerusalén le mandaron unos etnisarios que le preguntaron claramente: «Tú, ¿quién eres?» Y él res– pondió: «Yo no soy el Mes,ías.» Y cuando le volvieron a preguntar qué decía ,de sí mismo, con.testó: « Yo soy la voz del que clama en el desier– to: 'Enderezad el camino del .Señor'»... Y al ser p·r·eguntado por qué bautizaba, clij•o : « 1 En m,e·dio .de vosotros está uno ·a .quien vosotros no 36