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• . · - . PREPARACION DE LA VENIDA. DE JESUS AL MUNDO .• . Era hacia el -año '747 d-e la fundación de Roni.a y e1 1· ·antes 'de nues– tra era. El mundo, sometido al emp,erador Augusto, había logrado una paz de armas. Pero en · todas p,artes, sobre todo en el corazón de los hombres, se sentía una inquietud esperando :alg,o grande. Israel, al ver arrebatado el oetro de Dav;id por el intruso Herodes, recordaba más •que nunca -las palab'ras de Jacob moribundo~ «No· fal– tará de J-udá el cetro... hasta -que ve,nga aquel a quien pertenece?> (Gn . 49, 10) y de quien dijo Isaías que sería ·«Dios fuerte ... , Príncipe de la paz» {Is 9, 6). . Hacia ese prometido Salvador del mundo se dirigían los deseos de . todos ,los hombres. Todo el mun-do esperaba algo. Isra~l esperaq:a al M,esías. Pero 1 entre los israelitas había alguno 1 s que ya p .reparab,an con su rectitud de vida y con .sus súplicas la pró- xima ap·arición del rSalvador. . l . LA VIRGEN MARIA. . La ,Encarnación de 1DiQs se iba a verificar en •el se·no de un·a virgen y de un modo silencioso, nada esp,ectacular. Y escogió p-ara madre a una virgen desposada. · ·· María era · una muchacha sellcill~ Ji . angelical que vivía en cas•a de sus padres, trabajadores del pueblo de -Nazaret (en Galilea). Aunque po– bre, su ascendencia se rentontaba hasta el rey ·D·avid. Su destino era pri– vilegia,do. Dios se 1 1).abí~ .fij.a-d·c) en e1la para hac,erla ,Madre suya y la -adornó con la ,graciC;t •de la virtud más ,exquisita. Sin pecado original, su espí– ritu iba ,madurando para !'ecibir la maravillosa visita de1 -S•eñor. Así se cu,mplirían en ella las 1 profecías ,de que el Mesías sería deseen-dien– te de D.avid y ,que naoerí·a de lllila madre virgen. 2. SAN JOSE. José, joven carp,inte·ro de Nazaret, descendiente también de David, puso· los ojos en María y la pidió por es,p,osa. Los padres de María acep– taron. Pues José, el hijq de Jacob, hermano de Helí, era reconocido por su integridad, era un varón justo. Antes de recibir a María en s11 casa, hubo d.e pasar una terrible zozo·bra, ·al reco-n·o,cer que su pro,m.etida ib,a a s·er madre. Pero recibe el encargo del cielo y s·e atien,e al querer de Dios: 19