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El final de la secreta se ·dice en voz alta: «Per omnia saecula saecu– lorum». Y todos deben responder: Amén. 2. EL PREFACIO Y EL SANCTUS. a) El Prefacio es un canto de acción de gracias a Dios y una intro– ducción solemne a la parte más sagrada de la Misa, el Canon. Comienza con una exhortación a la gratitud a la que ·responde el pueblo. En él se -alude al misterio de la festividad o -del tiempo litúrgico; y se re– cuerda la adoración que- los ángeles tributan a Dios en el cielo y con Ja cual ha de u-nirse el p·ueblo fiel. b) Sanctus: termina el prefacio con el Trisagio angélico: «Santo, santo, santo, Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria». Inmediatamente se dice el «Benedíctus» ( «Ben– dito el que viene en nombre del Señor. ¡ Hosanna en las alturas!»). El toque de la campanilla anuncia el comienzo del C~non, la parte más santa de la Misa. 3. CANON DE LA MISA. Canon significa regla. El canon es como la regla o patrón invariable de la Misa que ·nunca se puede cambiar. Es la plega·ria eucarística, que conmemora y :renueva la C·ena del Señor. ·El 1 Canon en sus elementos esenciales procede de los apóstoles y su forma actual es antiquísima. Dentro de él se verifica la consagración y termina con el «Pater noster». (En los números siguientes se indican las partes principales del Canon). 4. ORACION POR LA IGLESIA, MEMENTO DE LO·S VIVOS, COMUNlCANTES. a) Oración por la Iglesia: Es la primera súplica del Canon, que em– pieza con las palabras «Te igitur». En ella se ofrece la Misa por toda la Iglesia militante, citándose el nombre d·el Papa y del obispo de la dió- • ces1s. b) Mem,ento de los vivos: Es un recuerdo para las personas cuyas intenciones están más unidas a la Misa: los que la han encargado, los parientes y amigos del sacerdote, los asistentes ... para redención y sal– vación de todos. c) Comunicantes: En esta oración se recuerda a los santos del cie– lo-la Virgen María, San José, los apóstoles y mártires-para alcanzar protección por sus méritos y ruegos. 5. CONSAGRACION Y ELEVACION. El sacerdote extiend·e las manos sobre la hostia y el cáliz, como po– niendo sobre ellos los pecados y las súplicas de todos los fieles, para que Dios nos perdone y atienda. Pide luego al Señor que bendiga la oblación y comienza el relato de la ,Cena del Señor. Es el momento más santo de la Misa, en el que el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, reproduciéndose sobre el altar el sacrificio de la Cruz. 149

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