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Jesús, rodeado de los doce, parte el pan en la última Cena 2. EL PRECEPTO DEL AMOR. Después ·!de ·realizar tal miste·rio· de amo·r, Jesús siguió hablando. Eran los último-s consejos a los suyos y a todos nosotros, que '~ ,cree·ríamos en Jesús por la palabra de los apóstoles. 1) La recomendación más encarecida del Señor fue la del amor fraterno en\ '4e todos los hombres que se confiesen cristianos: « Un man– damiento DJU-evo os doy: Amaos los· unos a los otros. Como yo os he amado, así uebéis amaros unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: en 911e tenéis caridad unos con otros» (Jn 13, 34-35). 2) Expresa la necesidad de .qu,e nos mantengamos unidos ·a El para ,dar fruto·s -de buena,s obras. «Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. Quien p•ermane·ce en mí y yo en él, da mucho fruto, po•r•que sin mí no po– déis ·h·ac·er nada» ( J n 15, 5) . 3) Anu·ncia la pers,ecución contra los suyos (J.n 16, 2). 4) Ora :al .Padre por los apósto 1 les y por todos lo·s ,hom.br ·es que han de ·creer -en El : « Padre, consérvalos en tu nombr.e·, el ,qu,e· me h.as •dado a mí, para que sean uno co.mo nosotros» (Jn 17, 11; 17, 20-21). Los cristianos, por tanto, tenemos una bue.na 1 garantía para perseverar en el servicio de ,Dios: la oración de Jesús; y una ·buena ayuda: su compa– ñía en la 1 Eucaristía. 3. LA PROMESA DEL ESPIRITO SANTO. Dijo Je,sús en sus pailabras 1 d•e despe·dida: ·«1Si me· am.áis, cumpliréis mis mandamientos. Yo ro·garé al Padr,e y El os ·dará otro Abogado para que p,ermanezca s,iempre con vosotros, el ¡Espíritu de · ver.da ·d, a quien el mundo no puede ·re-cibir, porqu·e no lo ve .ni lo conoc•e. Vosotros lo co– nocéis, por,que mora en vosot•ros y estará siempre con vosotros ... 110