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los pies.' Le respon,dió Jesüs: 'Si no te dejas lavar, ho serás más de los míos.' ·'Señor, le dijo ,Simón Pedro, no sólo -los pies, sino .también las manos y la cabeza.' Jesús le ,respondió: 'Quien acaba de bañarse no tiene necesidad de . . ' ' Jesús lava los pies a los apóstoles lavarse sino los pies, porque está del t 1 odo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.' Sabía quién le había de traicionar. Por eso dijo: No tqdos estáis limpios. Después que les lavó los pies y tomó su manto y se sentó de -nu·evo, les dije: '¿Com•prendéis el alc·ance de lo que acabo de hacer con vosotros? Vos– otros me llamáis maestro y señor y decís ·bien, po:rique lo soy. Pues si yo, sien,do el 1 Maestro y el Señor, os he lavado :los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Os he ,dado ejemplo, paira que vosotros hagáis 1 1 0 mismo que yo he hecho con vosotros. Ciertamente os -digo: ·No es el es– clayo mayor que -su señor, ni el enviado mayor que •quien 1 10 envía. Puesto que sabéis est"5..g>sas·,. seréis felices si las lleváis a la práctica.'» (Jn 13, 4-17). En el lavatorio de los pies nos da Jesús ejem:plo de caridad y una dob.Je lección de ·hum~ 1 ldad: a) Tenemos que servir a lo·s - de-m 1 ás como lo hizo Cristo. b) Nos tenemos que dejar servir de los otros, pues no podemos hacerlo todo nosotros niismos. Especialmente nos tenemos que dejar servir ,de Cristo, que •nos lava los pecados, de los que nosotros solos no nos podemos limpiar. 107

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