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alguna palabra y así p·oder entregarlo a la juris-dicción y autoridad del procurado,r. Y le pregu·ntaron: « 1 Maestro:, sab-emos que ,hablas y enseñas con rectitud y que no e·res aceptado·r ,de p·ersonas, 1 sino ·que enseñas c·on sin,ceri 1 dad el ,c·amino 1 de Dios. ¿.Nos es lícito ,dar el tributo, al César o no?» Comprendiendo su astucia, les respondió : «,Mostradme un denario. ¿De quién es la imagen e inscripción que lleva?» Ellos respondieroDJ: «Del Cés:ar». Les replicó: «Pues bien, dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Y no pudieron sorpr·ende·rle en palabra alguna delante del pueblo. Y admirados de su respuesta, se callaron» (1Lc 20, 20-26). 2. EL PRIMER MANDAMIENTO. «'Cuando ·supieron lo·s fari,seos qu-e h,abía hecho ca 1 llar a los 5aduceos (J,esús les ,demo·stró -que existía ,la resurrec-ción •de lo 1 s muertos), se .reu– niero,n. Uno .d-e ellos, -do,ctor d-e la ley, le preguntó 1 para p·robarl 1 e: «,Maes– tro, ¿ 1 cuál es 1 el man.dam 1 iento más grande de la ,Ley?» Jes,ús le respon– dió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con tocia tu alma, con toda. tu mente. Este es el mayor y primer mandamiento. El segundo es s·emejante al p·rbnero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. A estos dos m·andamientos se reduce la. Ley y los profetas.» (Mt 22, 34-40). 3. PROFECIA SOB 1 RE LA DESTRUCCION DE JERU,SALEN Y SOBRE EL FIN DEL MUNDO. Al salir Jesús ·d•e1 templo, sus discípulos le 1la-maro·n la aten·ción so,bre la magnific-e·n·cia -del edificío. El ,Ie·s ,d,ijo: «En ver.dad os -dri·go 1que no quedará .piedra sobr.e pie·dra; todo lse·rá destruido·». Y -habiéndose sentado en •el mo,nte -de lo·s Olivo 1 s, se .acercaro,n tres de sus discfpulos -Sa·ntiago•, Juan y An-drés- para pre·guntarle·: «1Dinos cuándo ·será to·do esto y cuál sera la señal ,de tu ve·ni♦da y de la co,ns11r– ma-ción ,del mun·do»~ A esta pregunta contestó Jesús enumerando las señales. que precede. rían a la ruina de Jerusalén y al fin del inundo. La ruina de Jerusalén sería a s.u vez un anuncio del fin del mlllldo, por lo cu·al en el discurso de Jesús se entremezclan las, señales de una con las del otro·. 1) Señales de la desitntcción de J enisalén: Vendrán ·muchos en mi ·nomb·re-clice Jesús-y dirá:n: «Yo sory el Mesías»: y engañarán a ·muchos .' Oiréis hablar de guerras ... S·e levantará nación contra nación y reino contra reino y hab 1 rá hambres y terremotos en ,diversos ,lugares ... Entonces os •entr.egarán -a los tormentos y os matarán y seréis aborreci– dos por todos los pueblos a causa de mi nomb-re». 2) Destrucción de Jerusalén. «1Cuando veáis a Jerusalén cercada de ejércitos, pensad que está cerca su devastación. Entonces los que estén en Judea, huyan a los monte~; y los . . 101