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NoTA: Cuando se dice que el Espíritu Santo es alma de la Igle– sia y principio de vida sobrenatural del cristiano, no se quiere sig– nificar que el Padre y el Hijo no sea.µ también principio de santifica– ción. Pues lo que hace una Persona de la Santísima Trinidad lo hacen también las otras dos. Sin embargo, la santificación se ha de atribuir de modo especial al Espíritu Santo. El es ]a Persona que procede del amor del Padre y del Hijo, como exhalado en el abra– zo de ambos. Y siendo la santificación de la Iglesia y de cada cristiano obra por excelencia del amor de Dios, jus– tamente se dice que es obra especial de la tercera Perso– na, aunque lo sea también del Padre y del Hijo. Por consiguiente, hay que decir que el Espíritu Santo es quien: - incita a obrar el bien con sus inspiraciones y mociones; - infunde en el alma la gracia santificante dando al cristiano la vida sobrenatural en el Bautismo y en ]a Penitencia, y robustece esa vida en la Confirmación; - se hace presente de modo especial en el alma del justo, en compañía siempre del Padre y del Hijo, haciéndose el alma santuario de la Santísima Trinidad; - perfecciona la vida espiritual de quien corresponda a sus gra– cias, obrando en él por sus dones. Los dones del Espíritu Santo los enumera el profeta Isaías (11, 2), y son siete : sabiduría, entendimiento, consejo_, fortaleza, ciencia, pie– dad y temor de Dios. La vida de intimidad con el Espíritu Santo lleva como frutos en la vida del cristiano los que enumera San Pablo: «La fructificación del Esvíritu es: caridad, gozo, paz, lon– ganimidad. benignidad, bondad, fe, mansedumbre, conti– nencia» (Gl 5, 22-23). La consecuencia de todo es que el cristiano tiene que vivir su vida sobrenatural como la viven el Padre y el Hijo, «en la unidad del Espíritu Santo», según se dice en la conclusión de todas las ora– ciones litúrgicas. 5. NUESTROS CUERPOS, TEMPLOS DEL ESPIRITO SANTO Por el hecho de que en el alma del cristiano habita el Espíritu Santo y de que el alma se halla sustancialmente unida al cuerpo, el cuerpo mismo del cristiano en gracia ha .de considerarse como templo o habitación del Espíritu Santo. 84

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