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Querido estudiante: A ti, como a cualquiera, te gusta saber dar razón de las cosas. Y no sólo en los exámenes, sino en toda cir– cunstancia en que surjan las cuestiones_; por ejemplo, en una discusión o simple conversación con los amigos. Sobre todo, está bien que cada persona sepa dar ra– zón de las cosas de su oficio. Sería vergonzoso para un pintor no saber distinguir la calidad de las pinturas; y para un electricista, no sa– ber explicar cómo se instala un interruptor. Siendo como eres cristiano, nada extraño que te guste saber dar razón de las verdades cristianas. Hay ocasio– nes en que se discuten ligeramente temas de religión; y tú sientes ganas de corregir finamente los disparates de quienes hablan sin saber. Sí, te gusta saber, y es además tu obligación. Este curso tercero de religión es precisamente una explicación de las verdades del cristianismo. Ya sabes que los dogmas o verdades cristianas se hallan resumidos en el Credo. Pues el Credo es el símbolo de la fe que la Iglesia ha heredado de los Apóstoles. En las lecciones de este libro encontrarás una expla– nación del Credo, es -decir, de los principales dogmas cristianos, que todo católico bien formado ha de conocer. El Concilio Vaticano II ha sido, con sus enseñanzas, una luz que se ofrece a todos los hombres de buena vo– luntad. Se ha tenido aquí en cuenta y se le cita repetidas veces. . Si abundan las citas de la Sagrada Escritura es para que te percates del fundamento bíblico de la doctrina de la Iglesia. Todo ello quiere ser al mismo tiempo una exhortación a la lectura frecuente de la Sagrada Escritura bajo la di– rección y enseñanza de la Iglesia. Lee, pues, la Sagrada Escritura y estudia estas leccio– nes con el cuidado y afán de quien hace algo muy im– portante. Cada vez te darás más cuenta de que merece la pena molestarse por ello. 5
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