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7 LA REDENCION El estado de maldición en que Adán puso al mundo a causa de su pecado, pudo ser una · condenación sin esperanza como fue la de los demonios. Pero entre los individuos que iban a nacer y formar el gé– nero humano había, uno a quien el pecado no podía tocar, pues además de ser hombre era también Dios: Jesucristo. Dice San Pablo que «todo fue creado por El y para El » (Cl 1, 16). Por esta razón el fracaso de Adán no pudo ser total. Cristo influía también en la humani– dad y por eso, como escribe también San Pablo, «don– de abundó el pecado, sobreabundó 1a gracia, para que, como reinó el pecado por la muerte, así también reine la gracia por la justicia para la vida eterna, por Jesucristo nuestro Señor» (Rm 5, 20-21). Dios mismo· manifestó a Adán y Eva que su pecado tenía esperanza de redención en el Salvado.r futuro, cuando dijo a la serpiente, que representaba al demonio: «Pongo perpetua ene– mistad entre ti y la muier y entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza y tú le morderás a él el calcañal» (Gn 3, 15). Quería decir Dios con esto que aquella primera victoria del diablo sobre la humanidad no era definitiva, pues entr_e· los hi– jos de Adán y Eva existiría uno que vencería de modo aplas– tan te al demoni0. Este es Jesucristo. 1. NECESIDAD DE LA REDENCION Redención significa lo mismo que liberación de una persona o cosa que se halla en poder de otro. 55

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