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En esto consiste en último término el cielo. Y la vida cristiana, ya en este mundo, tiene que ser vida de unión con la Santísima Trinidad, que habita por la gracia en nues– tra alma. Dialogo y Repaso 1. ¿Por qué no es de extrañar que existan misterios en Dios? 2. Demuestra con palabras de la Sagrada Escritura que Dios es uno, pero que no está solo. 3. ¿for qué hemos de tener en- la más alta estima el misterio de la Santísima Trinidad? LECTURA El mar no cabe en un hoyo Cuando San Agustín, uno de los mayores genios que han existido, se paseaba por la orilla del mar discurriendo sobre el misterio de la Santísima Trinidad, se encontró con un niño que, habiendo hecho un pequeño hoyo en la arena, iba echando en él agua del mar con una concha. «¿Qué haces?n - le preguntó San Agustín. Y el niño r~spondió: «Voy a ver si meto aquí toda el agua del mar». «Pero, niño -dijo el santo-, ¿no ves que el mar es inmenso y ese hoyo muy pequeño? n Y el niño, que era un ángel del cielo, le contestó sonriendo: «Lo mismo te pasa a ti, que quiei;es meter en tu pequeña inteligencia el misterio infinito de Dios. Es más fácil meter en este pequeño agujero el agua de todos los mares que penetrar con tu inteligencia el misterio de la Santísima Trinidadn. Y des.apareció. Aplicacion a la vida Una reflexión: Desde el primer instante el cristianismo ha sido marca– do por el mismo Jesucristo con el sello de la Santísima Trinidad, y éste es el signo característico que le distingue de toda otra· re– ligión (Romero). Un propósito: Adoraré con frecuencia al Dios trino presente en mi alma por la gracia rezando «Gloria al Padre, etc.». 31