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\.· en los cielos, y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos» (Mt 16, 18-19). Con estas palabras significa Jesús que Pedro será la piedra fundamental sobre la que se asentará el edificio de la Iglesia, de manera que de esa piedra recibirá la firme– za contra los poderes del mal que intenten destruirla. Para ello le da la potestad de atar o desatar -que es lo mismo que decidir autoritativamente- de un modo universal y de un modo infalible, pues lo que Pedro decida es lo de– cidido por Dios. Antes de la Pasión volvió Jesús a recordar a Pedro su misión de autoridad sobre los demás, al mismo tiempo que le profetizó que aquella misma noche le iba a negar: «Simón, Simón, Satanás os busca para zarandearos como trigo en la criba; pero yo he rogado por ti para que no desfallezca tu fe. Y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos» (Le 22, 31-32). Después de la Resurrección Jesús encomienda a San Pedro su rebaño, es decir, su Iglesia, haciéndole Pastor de ella en nombre suyo. «Díjole Jesús: "Apacienta mis corderos" ... "Apacienta mzs ovejas"» (Jn 21, 15-17). 2. EL SUCESOR DE SAN PEDRO ES EL OBISPO DE ROMA San Pedro debía tener un ·sucesor que fuera como él la piedra angular y fundamento de la unidad de la Iglesia. Si no fuera así, la Iglesia de Cristo no conservaría la estructura monárquica (de un solo jefe supremo) que Je– sús le dio. San Pedro fue martirizado en Roma el año 67, siendo obispo de la misma ciudad, y, en consecuencia, los obispos de Roma son sus sucesores, con autoridad suprema sobre los demás obispos, como la Iglesia reconoció siempre. 108 . Al sucesor de San Pedro se le llama : 1) Romano Pontífice, porque es el obispo de Roma. 2) Papa, que quiere decir «Padre», por ser paternal su autoridad y al servicio de los hijos, que somos todos los cristianos. 3) Vicario de Cristo, porque hace las veces de Cristo en la tierra.

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