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Como el estado religioso y el mm1sterio sacerdotal no son una simple profesión humana, sino que tienen carácter sobrenatural, no basta para ellos una vocación natural, sino que se requiere una lla– mada de Dios. Pero no es necesario que uno oiga de modo sensible la voz de Dios que le llama -como San Pablo camino de Damasco-. Dios puede · llamar de muchos modos y en cualquier edad de la vida, especialmente en la .niñez y adolescencia. Basta con tener cuali– dades necesarias y recta intención, buscando servir a Dios y a las almas. Quien crea que ha de hacerse sacerdote o religioso, tiene que procurarlo. Si no tuviere auténtica vocación, ya hallará oportuni– dad y consejos para retirarse a tiempo. Pues la última palabra para juzgar de una vocación la tienen los superiores y el obispo que ha de ordenar. Aun los que no tienen vocación religiosa y sacerdotal deben pensar que de todos los oficios que hay en el mundo, ninguno es más provechoso para el alma propia y la de los demás que el ofi– cio o estado de quien dedica su vida al culto de Dios y al servicio sobrenatural de los hombres. 7. EFECTOS DEL SACRAMENTO DEL ORDEN Los efectos del sacramento del orden son tres principales: - - Awn_enta la gracia santificante, por ser un sacramento de VIVOS. - Imprime carácter de ministro de Jesucristo, con potestad de santificar a los demás hombres, adminstrándoles los sa– cramentos. --- Da gracias especiales al ordenado para que pueda cumplir dig– namente su misión sobrenatural. Pues si es grande la dig– nidad del sacerdote, tamhién cuesta mucho llevar todas ]as responsabilidades de ministro del Señor. 8. DIGNIDAD DEL SACERDOTE La dignidad del sacerdote proviene de la dignidad de Cristo, de quien el sacerdote es representante oficial. El sacerdote hace llegar a las almas la acción salvadora de Cris– to. Tiene por oficio ser Cristo para el mundo, es decir, mediador entre Dios y los hombres. Por esta razón: - ofrece a Dios en 1a Misa 1a víctima sacr ificada en el 92