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este sacramento. Pero el apóstol Santiago el Menor habla de él en su carta: « ¿Alguno entre vosotros enferma? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con óleo en nombre del Señor, y la oración de la fe salvará al enfermo y el Se– ñor le aliviará y los pecados que hu bierc cometido le serán perdo– nados (San 5, 14-15). 2. NECESIDAD DE LA UNCION DE LOS ENFERMOS El sacramento de la Unción de los enfermos no es necesario ab-· solutamente para conseguir la salvación. Pero es un medio que no puede despreciarse, por dar una gracia especial en las dificultades de la enfermedad. En cualquier enfermedad grave el cuerpo y el espíritu se en– cuentran decaídos y menos dispuestos que en tiempo de salud para los actos sobrenaturales. Como remedio y solaz espiritual nos ofrece Cristo el sacramento de la Unción, que ayuda a soportar con más conformidad los sufrimientos. El sacramento de la Unción no debe descuidarse, pues siempre es una gran ayuda y, a veces, puede depender de él la salvación eter– na, como en el caso de uno que pierda el conocimiento teniendo sólo dolor de atrición de sus pecados: al recibir la Unción se le perdonarán esos pecados y podrá entrar en el cielo si muere. 3. MATERIA Y FORMA DE LA UNCION - La materia próxima de la Unción de los enfermos consiste en la unción del cuerpo del enfermo con óleo. Esta unción se hace en los principales miembros: ojos, oídos, nariz, boca, manos y pies. Se puede omitir alguna unción si hay alguna razón para ello. - La materia remota (con que se realiza ]a unción) es el óleo de los enfermos, hecho de aceite de oliva y bendecido el f ueves Santo por el obispo. - La forma, o palabras que dice el sacerdote al hacer las uncio– nes, es como sigue: Por esta santa unción y por su piadosísima mi– sericord1·a te perdone el Señnr cuanto hayas pecado con la vista (con el oídc, etc.). Amén. 82 En ln liturgia de 1a Unción el rito esencial va precedido y se– guido de oraciones _q9e explican su sentido e invocan la miseri– cordia del Señor sobre el enfermo. El Concilio Vaticano II expresa la conveniencia de que este

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