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Es una consecuencia del dogma de la Comunión de los Santos, ya que todos somos miembros unos de otros en Cristo. El poder de la Iglesia para conceder las indulgencias está en la potestad que J es ti cristo dio a San Pedro y a sus sucesores los Papas: ce Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y cuanto atares en la tierra .'"erá atado en los cielos, y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos)) (Mt 16,19). Y como la pena temporal es algo que impide entrar en el cielo, la Iglesia podrá influir para que sea aliviada. La indulgencia: - es un alivio que la Iglesia nos proporciona ayudándonos en la necesidad de pagar personalmente nuestras deudas ante Dios; - no perdona los pecados ni la pena eterna, sino sólo la pena temporal que se habría de pagar por los pecados. Como las almas del purgatorio están pagando la pena temporal, las indulgencias se pueden aplicar por ellas. La indulgencia puede ser: - plenaria: que de por sí perdona toda la pena que falte por expiar; - parcial: que perdona parte de la pena. Los términos que se emplean «trescientos días», «dos años de indulgencias)>, etc., significan que la indulgencia concedida equivale a trescien'tos días, dos años, etc., de penitencia, como se practicaba antiguamente ert la Iglesia. Todas las indulgencias se pueden ganar aplicándolas por los difuntos a modo de sufragio. La indulgencia plenaria suele llevar como condición, además de la obra u oración prescrita, confesarse, comulgar, visitar una igle– sia y orar por las intenciones del Papa. 79
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