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La integridad de la confesión exige que se digan todos los peca– dos mortales que no esté~ confesados o que estén mal confesados. - Se ha de decir -la clase y nzímero de los pecados. Por ejemplo, no sólo hay que decir: «Robé en ma– teria grave», si se ha robado tres veces. Hay que de– cir: «Robé. en materia grave tres veces». - También hay que confesar ]as circunstancias que ha– cen que el pecado tenga más maldad, Por ejemplo, a quien haya robado un cáliz· consa– grado que vale 10.000 pesetas, no le basta que diga: «Robé en materia grave una vez». Ha de decir tam– bién que su robo fue sacrilegio, por ser de una cosa sagrada. - Si no se recuerda el número exacto de un pecado, se dirá lin número aproximado, sin mentir nunca, ni aun diciendo más de la cuenta. El pecado que no se dice por olvido o porque se pasa después de recordado en el examen, queda perdonado por la absolución; pero se ha de decir en la primera confesión que se haga. 7. SATISFACCION DE OBRA O CUMPLIMIENTO DE LA PENITENCIA La satisfacción de obra consiste en recibir con buena voluntad lo que el confesor mande hacer en penitencia de los pecados y cum– plirlo después fielmente. La razón de que el confesor imponga cierta penitencia por los pecados está en que el sacramento no perdona de ordinario toda la pena temporal debida nor los pe:.:ados, ~xigiénd0se actos de satisfacción por esa pena debida. La penitencia necesita de modo especial la colaboración del hom– bre. Y cuantos más actos penitenciales se unan al sacramento, más pena temporal será perdonada. Aunque en la práctica actual la satisfacción de obra se realiza después de recibir la absolución. es ya un acto de satisfacción dentro del sacramento la aceptación humilde de la penitencia im– puesta. 8. CONFESION NULA Y CONFE'SION SACRILEGA Confesión nula es la que no tiene valor porque no se cumplen en ella los requisitos para que haya sacramento. 77