BCCCAP00000000000000000000494

En ella se encuentran las tres partes que señala el Cate– cismo: l) Ofertorio: ofrecimiento del pan y del vino y de las intenciones de los fieles. 2) Consagración: renovación de la Cena del Señor. El pan y el vino se convierten en el Cuerpo y Sangre del Señor. 3) Comunión: recepción sacramental de Cristo a la que preceden y siguen algunas oraciones y ritos. 4. LA MUERTE DE JE'SUS EN EL CALVARIO FUE UN VERDADERO SACRIFICIO La Misa, al renovar la Cena del Señor, renueva también el acto redentor de Cristo en la Cruz. ¿ Y qué fue para Dios y para nosotros la muerte de Jesus en el Calvario? · - - Un verdadero sacrificio, es decir, Jesucristo, al morir, se ofre– ció a Dios cori un acto de culto externo en nombre de la humani– dad , reconociendo el supremo dominio de Dios y compensándolo así por los pecados de los que no quieren reconocer prácticamente su soberanía. En muchos lugares de la Sagrada Escritura se indica que la muerte de Jesús fue un sacrificio. San Pablo escri– be: «Caminad en caridad como Cristo, que nos amó y se entregó a Dios por nosotros en oblación y sacrificio de agradable olor» (Ef 5, 2). En este sacrificio Cristo es el sacerdote y la víctima. Es además el único sacrificio de la religión ·cristiana; pues por su valor infinito convierte en inútiles los demás sacrificios. Los fines religiosos del sacrificio se verifican de modo perfecto en la muerte de Jesús: -- Aplaca la ira de Dios contra los pecadores; -- compensa el honor que los pecadores le niegan; - merece la salvación para la humanidad; - redime a los hombres de la esclavitud del pecado y del demonio. 5. LA MISA ES UN VERDADERO SACRIFICIO La Misa es verdadero sacrificio, porque en ella Cristo se hace presente y sensible en estado de víctima inmolada. 60

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz