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8 LA EUCARISTIA COMO SACRIFICIO . Cristo nos salvó a los homhres ofreciendo a Dios el sacri– ficio de sí mismo. Así lo dice la Sagrada Escritura: Jesucristo «una sola vez, en la plenitud de los siglos, se manifestó para des– truir el pecado por el sacrificio de sí mismo» (Hech 9, 26). Este sacrificio de la Cruz llega a nosotros no sólo por la noticia de la Biblia y la predicación de la Iglesia, o por la apli– cación de sus méritos en los sacramentos, sino realizándose también entre nosotros: en la celebración de la santa Misa. De ahí que el acto fundamental del culto cristiano, la ce– lebración de la Eucaristía, es realmente sacrificio, además de sacramento operativo de gracia. l. IDEA DE SACRIFICIO Sacrificio es el acto externo de culto por el que el hombre ex– presa su reconocimiento de la absoluta soberanía de Dios mediante la ofrenda u oblación, por el ministro legítimo de una cosa que se destruye o cambia. La idea capital del sacrficio es manifestar exteriormen– te que dependemos de Dios absolutamente en todo. Como a Dios no puede dársele nada que no sea ya de El, con la destrucción o cambio de la cosa ofrecida se quiere significar que se la aparta del hombre para que sea aún más de Dios. Se la hace en cierto modo sagrada. (Sacrificio significa etimológicamente ha– Ct!r sagrada una cosa). - A .la cosa ofrecida se la llama hostia o víctima. - Po r seí el sacrificio un acto externo socia] de reli- 58