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7 LA EUCARISTIA COMO SACRA1'1ENTO (CONTINUACION) La Eucaristía la instituyó Jesucristo para nosotros. Es el sa– cramento o señal de su amor. Por la Eucaristía Jesucristo queda entre nosotros; y en la Eucaristía es donde nosotros tenemos que encontrarle. Por esta razón la lección presente tiene un gran mterés prác• tico. Pues enseña el modo cómo el hombre ha de acercarse a recibii;, a Jesús Sacramentado. l. SAGRADA COMUNION La sagrada Comunión es recibr al mzsmo Jesucrzsto bajo las especies de pan y vino. (Catecismo, n. 289). Se llama comunión al acto de recibir la Eucaristía. Como el mismo nombre lo indica -común unión- en la recep– ción de la Eucaristía se realiza: - una unión espiritual, y - una unión sensible también del hombre con Cristo. En el rito latino los fieles reciben la Eucaristía sólo bajo las es– pecies de pan. La comunión no pierde nada de su eficacia por esta restricción, que es una ley litúrgica con ciertas ventajas prácticas. Sin embargo, la comunión bajo las especi~s de pan y vino es una participación más perfecta en el convite eucarístico. El Con– cilio Vaticano II establece para el rito latino la posibildad de que los fieles comulguen bajo las dos especies en ocasiones señaladas. 2. DISPOSICIONES PARA COMULGAR Si para todos los sacramentos se requiere un mzmmo de buena intención por parte de quien lo recibe teniendo 51