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-- Aumenta la gracia santificante, dando una ayuda espe– cial para ser perfectos cristianos y defender nuestra fe aun a costa de nuestra vida. . . .Así les aconteció a· los apóstoles: « Todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablahan la palabra- de Dios · con libertad» (Hech 4, 31), -- Imprime carácter, que es una marca imborrable de sol– dado ·de Cristo y defensor de la fe de la Iglesia. Esta realidad la insinúa San Pablo ·al escribir a los Efesios: «Fuisteis sellados con el sello del Espíritu Santo prometido» (Ef 1, 14). - Da la plenitud del Espíritu Santo, que enriquece el alma y ]a perfecciona aún más que el bautismo. La confirmación es el sacramento del perfecto cristiano, que no -sólo es cristiano en el interior de su alma, sino que 19 manifiesta sin respeto humano y sin miedo a insultos, dispuesto a dar la vida por Cristo si es preciso. Esta disposición se debe a una presencia especial del Espíritu Santo. · Todo confirmado ha de actuar apostólicamente para ser fiel al d<m recibido de Dios, .difundiendo y defendiendo, como esté a su alcance, la doctrina cristiana. 6. PADRINOS Para la confirmación exige la Iglesia también que haya un pa– drino, el cual toca al confirmando mientras el ministro le impone la mano y le unge. Ha de ser uno solo y ya confirmado (si es posble, padrino para los varones y madrina para las mujeres). Como el bautismo, ·el padrino de la confirmación contrae la obli– gación de educar cristianamente al ahijado si no hay quien lo haga y según su posibilidad. Pero el padrino no se exige con tanto rigor en la confirmación como en el bautismo. 7. LA LITURGIA DE LA CO~IRMACION El Concilio Vaticano II recomienda que - la confirmación se administre dentro de la Misa; -- la renovación de las promesas del bautismo preceda al rito de la confirmación. 41

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