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Sujeto del bautismo: El bautismo se puede administrar a toda persona humana que esté viva y no esté bautizada todavía. El adulto ha de tener intención de recibir el bautismo; y or– dinariamente no se le puede bautizar si no posee alguna instruc– ción sobre las verdades cristianas. Jesucristo relaciona el bautismo con la fe, sin la cual nadie puede ser salvo: «El que creyere y fuere bautizado se salvará» (Me 16, 16). En el rito bautismal pregunta el sacerdote al que va a bautizarse: «¿Qué pides a la Iglesia de Dios?» Y res– ponde él o su padrino: <<La fe». Porque la fe es la prime– ra virtud sobre la que descansa la vida sobrenatural como sobre su fundamento. 5. CUANDO SE HA DE ADMINISTRAR EL BAUTISMO La Iglesia manda que se bautice a los niños cuanto antes, porque de este modo les queda asegurada la salvación. La exoresión «cuanto antes,, se ha de entender de modo pru– dencial. Generalmente se estima q_ue sólo un motivo grave es ra– zón para diferir el ba..itismo más de una semana. Los adultos que, no siendo cr:stianos, qu isieran bautizarse, no pueden hacerlo inmediatamente, sino que han de prepararse antes con la instrucción conveniente. 6. BAUTISMO DE URGENCIA Ordinariamente el bautismo es administrado oor el s1cerdote en la i~lesia parroquial con cierta solemnidad. - Pero si el que ha de ser bautizado se encuentra en peligro de muerte, entonces puede bautizar cualquier persona haciendo lo esen– c:al del bautismo: - Tener intención de realizar un bautismo cristiano; y - derramar agua natural sobre la cabeza del que es bau- tizado, diciendo: « Yo te bautizo en el nombre del Pa– dre y del Hijo y del Espíritu Santon. Este bautismo se llama de socorro o de urgencia. Si una persona mayor que no está bautizada se pusiera en peli– gro de muerte, sólo se la puede bautizar si ella lo desea. En estos casos de urgencia ha de bautizar la persona que mejor sepa hacerlo, teniendo nreferencia los clérigos y, si no se encontra– ra fácilmente ninguno, los hombres antes que fas mujeres. 34