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se deduce de la alegoría empleada por Jesús de la vid y los sarmientos; - comienzo de la misma vida eterna del cielo, según lo dijo Jesús: «El que cree, tiene la vida eterna» (j n 6, 47). · 3. GRACIA ACTUAL . ' Gracia actual es un auxilio de Dios que ilumina nuestro en– tendimiento o mueve nuestra voluntad para obrar el bien y evi– tar el mal. (Catecismo, n. 234). La gracia actual es un auxilio sobrenatural transitorio, mientras que la gracia santificante es algo permanente. Comparando la vida de la gracia con la vida natural, se puede decir que las gracias actuales son como las condiciones exteriores de ambiente para que la vida nazca, se desarrolle y no se destruya. Este ambiente lo produce Dios con auxilios también sobre– naturales. Así, al pecador sin gracia santificante Dios le pone delante buenos ejemplos· o buenas doctrinas, le envía buenos pen– samientos, le infunde deseos del bien ... Es decir, le ayuda con su gracia para que se disponga a recibir ]a vida sobrenatural. Después que la recibe, Dios sigue dando su gracia para que !a vida se . conserve. Toda esta intervénción de Dios es lo que se llama gracia ac- tual. · - El pecador recibe de Dios la gracia actual para disponerse a la vida sobrenatural, que le será dada después si corresponde a las gracias actuales - El justo · sigue necesitando la gracia actual para conservar la vida sobr~natural recibida. A la gracia actual alude San Pablo cuando escribe a los Filipenses : «Dios es el que obra en nosotros el querer y el obrar según su beneplácito» (Fl 2, 13). 1 La gracia actual es necesaria, porque sin ella : - el que está en pecado no puede disponerse para al– canzar la gracia santificante; - el que tiene la gracia santificante no puede vencer todas las tentaciones ni perseverar en el bien. La necesidad de la gracia la expresa J esucdstO con estas frases : «Nadie puede venir a Mí si el Padre no le atrae» (J n 6, 44). «Sin Mí no podéis hacer nada» (J n 15 , 5).

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