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ma trazad o por Jesús en el Sermón de la JvI.ontaña para alcanzar la verdadera felicidad. Son las ocho bienaventuranzas, proclamadas por Cristo como e] camino seguro para llegar a la plenitud del gozo verdadero del cielo: - Bienave:1turados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. - -- Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra. -- Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán con– solados. - Bienaventmados los que tienen hambre y sed de ;usti– cia, porqu~ ellos serán hartos. - Bienaventurados los misericordios0s, porque ellos al– canzar án misericordia. - Bienaventurados los limpios de ~orazón, ,porque ellos verán a Dios. - Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán lla– mados hijos de Dios. - Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque suyo es el reino de los cielos. La diferencia entre Cristo y el mundo es bien patente: La ver– dadera felicidad está: l. no en las riquezas, sino en el desprendimiento de los bienes de este mundo; 2. no en la venganza iracunda de las injurias, sino en la manse~ dumbre; 3. no en la juerga loca, sino en el llanto y compunción por los pe– cados; 4. no en el seguir el propio capricho en· todo, sino en el deseo ar– diente de c:umplir .la voluntad de Dios; 5. no en el desentenderse de las desgracias ajenas, sino- en prac– ticar con los semejantes las obras de misericordia ; 6. no en dar satisfacción a todas las pasiones, sino en la limpieza de corazón, que huye de t0da mancha moral; 7. no en luchar y derrotar . al prójimo para someterle, sino en la dulzura de una hermandad que renuncia. a veces al derecho propio para conserva:r: 1a paz. 8. no en estar en paz con los malos, sino eri sufrir sus insidias y sus budas. 123

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