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Esta es la razón de que los santos conservaran la tranquilidad y alegría en medio de las mayores contrariedades de la vida. Lo QUE DICE EL CONCILIO VATICANO II: «La Iglesia sabe perfectamente que su mensaje está de acuerdo con los de– seos más profundos del corazón humano, cuando reivin– dica la dignidad de la vocación dei hombre, devolviendo la esperanza a quienes desesperan ya de sus destinos más altos. Su mensaje, lejos de empequeñecer al hombre, di– funde luz, vida y libertad para el progreso humano. Lo único que puede llenar el corazón del hombre es aquello de «nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está in– quieto hasta que descanse en til>. (Const. Sobre la Iglesia en el mundo actual). 3. IDEAL DE VIDA SEGUN EL MUNDO El ideal del ho_mbre mundano - que no sigue la doctrina de Cristo- - consiste en hallar la satisfacción total en las cosas terrenas. Sólo busca el propio placer, dominar sohre los otros y, para esto, aumentar lo más posible sus riquezas, aunque haya de come– ter injusticias. Lo atestigua magistralmente San Juan en la primera de sus cartas: (( Si alguno ama al mundo. no está en él la caridad del Padre. Porque todo lo que hay en el mundo --concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida- no viene del Padre, sino que pro– cede del mundo)) (1 Jn 2, 15-16). El ideal del mundo no se consigue nunca: -- los placeres llegan a producir hastío; · --- la gloria y las riquezas se las lleva el vendavaí del tiem– po muchas veces en vida y, siempre, a] tener que aban– donar el mundo y todas sus cosas. La falsedad del ideal mundano es una prueba de que e] ideal predicado por Cristo es el único auténtico. 4. EL PROGRAMA DE CRISTO EN LAS BIENAVENTURANZAS En contraste con el ideal de felicidad del mundo está el progra- 122

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