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6. IDEA DE CADA UNO DE LOS PECADOS CAPITALES Y DE LAS VIRTUDES OPUESTAS l. Soberbia es el amor desordenado de sí mismo poniéndose por encima de todos. El soberbio piensa que los bienes que tiene los tiene por propia virtud y no por gracia de Dios. Es el pecado de los ateos, que no quieren Dios ni amo. Sin llegar a este extremo pecan por soberbia los que creen que todo lo pue– den (presunción), que _tienen que ser ellos los que man– den en todo (ambición) y que se estiman más de lo que valen (vanidad). - Humildad es la virtud opuesta. a la soberbia y consiste en reco– nocerse uno por lo que es en realidad: por sí mismo sólo pe– cador, y con las cosas buenas recibidas de Dios. 2. Avaricia es el amor desordenado de los bienes terrenos. El avaro piensa que todo tiene que ser para él y por eso roba, engaña lo que puede, como si no tuviera en este mundo más fin que acumular riquezas. - Largueza o generosidad es la virtud opuesta a la avaricia y con– siste en estar dispuesto a dar de los propios bienes lo que pida la iusticia y la caridad. 3. Lujuria es la disposición interior a satisfacer desordenadamente los deseos venéreos. El lujurioso siempre busca satisfacer las inclinaciones de la concupiscencia carnal, sin guardar el orden estable– cido por Dios, que quiere el placer carnal solamente en el uso del matrimonio. La lujuria hace al hombre grosero, le quita la posibili– dad de gozar placeres superiores del espíritu y le endure– ce el corazón para tender a las cosas de Dios. - Castidad es la virtud opuesta a la lujuria y consiste en la dispo– sición interior para no procurarse nunca el placer venéreo fuera del matrimonio. 4. Ira es una disposición desordenada que inclina a la venganza. El iracundo reacciona violentamente contra todo, y todo lo torna por la tremenda, incapaz de ~oportar sere– namente ninguna cosa adversa. - Paciencia es la virtud opuesta a la ira y consiste en la disposición . 117