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verdades sobrenaturales, no porque las vea con claridad, sino por la autoridad de Dios, que no puede engañarse (pues lo sabe todo), ni tampoco engañarnos (por ser infinitamente bueno). c) La fe es un sacrificio del entendimiento a Dios, a quien se cree a pesar de que no se comprendan sus misterios. Pero no es un sacrificio absurdo, sino muy prudente. Pues obra muy inteligente– mente el hombre que cree a Dios más que a las razones humanas. Nuestra razón puede equivocarse, Dios no. d) La oscuridad de la fe no quita nada a su seguridad: Aunque no se ve cómo son los misterios revelados, la autoridad de Dios es más segura que nuestro mismo entendimiento. Dios, sin embargo, ·ha dejado libertad al hombre para que aceyte o no su autoridad, queriendo salvarnos sin forzar nuestro querer. e) Lo que hay que saber de la fe: Para salvarse no basta con creer de modo general lo que Dios haya revelado y lo que la Igle– sia enseña, sino que es necesario saber siquiera un resumen mí– nimo de la doctrina cristiana : -- que existe un solo Dios en tres Personas distintas; - que la segunda Persona de la Santísima Trinidad se hizo hombre en Cristo; El S eñor es mi fortaleza ¿a quié n temer?

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