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2. El matrimonio civil, si se considera como contrato matrimo– nial estricto entre cristianos, es sólo una .parodia de matrímonio y los unidos por él no son casados, sino pecadores públicos. Pues el matrimonio, por ser sacramento, está sometido a la Iglesia y no a la autoridad civil. Otra cosa es la registración del matrimonio canónico ante la autoridad civil a fin de que se reconozcat'.t los efectos civiles del ma– trimonio. Esto no solamente no está mal, sino que lo han de ha– cer· todos los que se .casen. 3. El divorcio es la separación de los casados para que puedan casarse otra vez con quien les plazca. El divorcio va contra la indisolubilidad del matrimonio, que ni -la autoridad civil ni la Iglesia pueden romper cuando el matrimo– nio ha sido perfecto. La práctica del divorcio, además de atentar contra la autoridad de Dios, es un camino abierto a la falta de pundonor y responsabi– lidad de los hombres inmorales y a la opresión de las personas hon– radas que quieren cumplir con su deber. La Iglesia permite a veces la separación de los cónyuges, de modo que cada u.no viva independiente. En tales casos permanece el matrimonio; y los separados no pueden casarse con otra per– sona. Se llama también divorcio imperfecto, y sólo se concede como un mal menor, cuando los casados no pueden vivir juntos. Dialogo y Repaso 1. En el matrimonio se reúne una institución n(ltural y un sacramento. ¿Qué conveniencias encuentras para que ]esucristo lo haya querido así? 2. Cuando Jesucristo declaró que por ningún motivo podía el hombre dejar a la mujer para casarse con otra, le dije– ror. ~·<: discípulos.: «Si tal es la condición del hombre con la mujer, preferible es no casarse» (Mt 19, 10). ¿Qué opinas de esta salida? 3. ¿Qué pueden hacer los hijos en favor o en contra de la paz entre sus padres? 100