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SEPTIMO Y DECIMO MANDAMIENTOS 17 Las cosas del mundo son ipara los hombres. Así lo declaró Dios mismo al orear al hombre como dominador de la tierra y de todos los seres vivientes {Gn 1, 26-28). Pero no todos podemos servirnos de todas .las cosas con igual de– recho. Esto Jlevaría al desorden más desenfrenado. Para establecer un orden racional en el uso de las cosas materia– les está el derecho natural de la propiedad. Por el derecho de pro– piedad el hombre puede ligar a sí mismo las cosas materiales útiles · para su vida, quedando prohibido a los demás privarle de esos bienes. Los mandamientos séptimo y décimo salvaguardan estos derechos. El séptimo prohibe dañar la propiedad ajena: «No hurtarás». El dé– cimo señala como pecado el simple deseo de arrebatar los bienes de los otros. l. LO QUE MANDAN Y PROHIBEN EL SEPTIMO Y DECIMO MAN– DAMIENTOS ¿Qué prohibe el séptimo mandamiento? - El séptimo mandamiento pro– hibe hacer daño al prójimo en sus bienes. ¿ Qué nos manda el décimo mandamiento? -- El décimo mandamiento nos manda conformarnos con los bienes que Dios nos ha dado y con los que honradamente podamos adquirir. (Catecismo, nn. lSCT-166.) El séptimo y décimo mandamientos defienden el derecho de cada hombre a poseer los bienes necesarios para su vida y disfrutar de los mismos · sin que nadie se lo impida. El séptimo se refiere a los actos externos; el décimo, a los internos. - Mandan: a) El séptimo: respetar los bienes ajenos. b) El décimo: conformarnos con los bienes que Dios nos ha dado y con los que honradamente podamos adquirir. - Prohiben: ai El séptimo: hacer daño al prójimo en sus bienes materiales, con el robo o el daño injusto. b) El décimo: fa codicia o deseo desordenado de riquezas, así como la envidia de los bienes ajenos. Las obligaciones de estos mandamientos se cumplen observando la virtud de la justicia. 90

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