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SEGUNDO Y TERCER 'MANDAMIENTOS 13 Por ser Dios el ser más -digno de nuestro amor, es también el ser más digno de nuestro respeto. Bl respeto por una persona a la que no se ve se muestra en el respeto a su nombre y a las cosas dedicadas a ella. Por eso el segundo y tercer mandamientos nos exigen respetar el nombre de Dios y los días dedicados a El: «No tomarás el nombre de Dios en vano». «Santificarás las fiestas» La Iglesia deter.mina el tercer mandamiento de la Ley de Dios señalando cuáles han de ser días santos y cómo los hemo.c. de santi– ficar. 1. LO QUE MANDA EL SEGUNDO MANDAMIENTO El segundo mandamiento, directamente, prohibe tomar el nombre de Dios en vano. Pero to_da prohibición incluye un mandato, que en el segundo mandamiento es: Honrar y respetar el nombre de Dios. Honramos el santo nombre de Dios principalmente de tres modos: - pronunciándolo con respeto y devoción; - cumpliendo los votos y promesas hechos; - poniéndolo por testigo cuando hay que decir algo con juramento de que es verdad. 2. RESPETO AL SANTO NOMBRE DE DIOS El santo nombre de Dios merece todo nuestro respeto y veneración. Pues lo mismo el honor que las injurias hechas al nombre de uno son honor o injuria para la persona que lleva ese nombre. San ,Pablo dice que al nombre de Jesús debe doblar la rodilla «cuanto hay en los cielos, en la tierra y en los abismos» (Fl. 2, 10). Este respeto al nombre de Dios lo expresamos al invocarlo con la debida reverencia. Hay dos formas principales de invocar el santo nombre de Dios: a) En la oración: Dios nos ha revelado su nombre para que le llamemos y hablemos, ofreciéndonos a El o pidiéndole alguna cosa. b) En las bendiciones: Esta forma de invocación la usan sobre todo los sacerdotes. 3. LOS JURAMENTOS ¿,Qué es jurar? - Jurar es poner a Dios por testigo de lo que decimos o prometemos. (Catecismo, n. 125.) 70

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