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- el Espíritu Santo es quien vivifica esta Iglesia, al mismo tiempo que mora en el interior del alma en gr,acia. De este modo, en el Hijo Jesucristo y por la gracia del Espíritu San– to, esperamos llegar a la herencia eterna de Dios Padre, para vivir por siempre como hijos suyos en el hogar sobrenatural de la Santísima Trinidad. En esto consiste la vida maravillosa del cielo. Y ya en este mundo la vida del cristiano ha de ser vida de unión con la Santísima Trinidad, que habita por la grada en nuestra alma. Es claro, por tanto, que el misterio de la Santísima Trinidad es el fundamento de toda la religión cristiana. LA PROVIDENCIA DIVINA EXIGE COLABORACION El sabio franciscano Duns Escoto oyó, paseando por el campo, que un labrador blasfemaba horriblemente. Rogóle que no se arrojase con tanta ligereza al infierno, mas contestóle el labra– dor que Dios ya sabía si se había de salvar o condenar, y así nada influiría el que blasfemase o no. A lo cual replicó el fraile: «No os fatiguéis, pues, en labrar vuestro campo, porque también sabe Dios si habéis de tener buena cosecha o no, y así habrá de ser por más que os canséis.» · Por este absurdo entendió el labriego el de sus ideas sobre la Providencia de Dios. DIOS, APELLIDO DE FAMILIA Una niña pequeña escuchaba sin respirar la explicación del misterio de la San– tísima Trinidad, para no perder ni una sola palabra. La maestra repetía: «Hay tres Personas distintas en Dios, y con todo, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios; y los tres son un solo Dios.»· Entonces la niña dijo tímidamente : «Acaso Dios sea su apellido.» De esta manera la pequeña apuntó, sin saber, el gran misterio de la familia. de Dios. ~JERCICIOS 16 l. Hacer alguna reflexión sobre lo absurdo que sería el mun– do sin la existencia de Dios. . 2. ¿Cuál es el atributo que más te gusta considerar en Dios? ¿Por qué? 3. Describir de algún modo por qué el misterio de la Santísima Trinidad es el fundamental del cristianismo.