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2. SEGÚN LA MANERA COMO SE COMETE: - de pensamiento, cuando se piensa algo con deleite prohibido: - de deseo, cuando se quiere hacer algo malo; - de palabra, cuando se dice lo que no se debe; - de obra, cuando se hace una cosa mala; - de omisión, cuando no se hace fo debido. 3. S EGÚN EL MODO DE SER DEL MISMO PECADO: - pecado actual, refiriéndose al acto de pecar; - pecado habitual, significando el desorden que queda en el alma míen- tras el pecador no se arrepienta. 3. REQUISITOS PARA EL PECADO MORTAL Y VENIAL ¿Qué es pecado mortal? - Pecado mortal es una desobediencia volun– taria a la Ley de Dios en materia grave, con plena advertencia y per– fecto consentimiento. ¿Qué es pecado venial? - Pecado venial es una desobediencia voluntaria a la Ley de Dios en materia leve, o ·en materia grave sin plena ad– vertencia o sin perfecto consentimiento. ( Catecismo, nn. 222-224.) Para:. que un acto sea pecado verdadero, es preciso que el que lo co- mete lo haga libremente, advirtiendo que es pecado lo que hace. Cuando la acción mala es involuntaria o inadvertida, se la llama pecado material, en contra,posición al pecado formal, que es el pecado verdadero. -a. Para que una acción mala sea pecado mortal se requieren tres con– diciones~ m.ateria grave: faltando contra la ley en algo importante; - advertencia plena de que se realiza un acto malo; - consentimiento perfecto de la voluntad, que se decide a hacerlo. -b. Para que una acción sea pecado venial, es necesario: - que se la considere mala de alguna manera; - que haya alguna advertencia y algún consentimiento. Hay pecados veniales que lo son por tratarse de materia leve. Tam– bién hay pecado venial cuando, siendo grave la materia, no es plena la ::;tdvertencia o no es perfecto el consentimiento, 4. EFECTOS DEL PECADO MORTAL Y DEL VENIAL A) Efectos del pecado mortal : ¿Por qué se llama pecado mortal? - Se llama pecado mortal porque priva al alma de 1a vida de la gracia y la hace merecedora de las penas del infierno. ( Catecismo, n. 223.) El pecado mortal: a) Arroja a Dios del alma, quedando ésta privada de su presencia amorosa. b) Destruye la gracia santificante y con ella la vida sobrenatural por la que el hombre se dirigía a su último fin. e) Hace que se pierdan todos los méritos de las obras buenas reali– zadas. 121
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