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derse con El. El no nos salva si nosotros no queremos. Y tenemos que de– cirle que queremos salvarnos, y pedirle que nos ayude, ya que sin El no pode– rnos hacer nada para la salvación. Afirma San Alfonso María de Ligorio: «El que hace oración se salva y el que no hace oración se condena.>> 4. CONDICIONES DE LA ORACION ¿ Cómo hemos de orar? - Hemos de orar con atención, humildad, con– fianza y perseverancia. (Catecismo, n. 238.) La oración, para que lo sea de verdad, ha de reunir estas condiciones: 1) Atención: con la mente puesta en Dios y en lo que se dice. 2) Humildad: reconocer lo grande y bueno que es Dios y la nada que somos nosotros. (No presumir como el fariseo.) 3) Confianza: con la seguridad de que Dios nos atenderá según con– venga. 4) Perseverancia: continuando en la súplica, aunque no veamos de ma– mento el resultado. La oración se ha de hacer en nombre .de Jesucristo, que es el úni– co Mediador entre Dios y los hombres y el único camino para que nues– tra oración llegue al Padre. Unida a la mediación de Cristo es también muy valiosa la intercesión de los Santos, sobre todo de la ·Santísima Virgen. 5. EFECTOS DE LA ORACION ¿Oye siempre Dios nuestras oraciones? - ,Dios oye siempre nuestras ora– ciones y nos concede lo que es más conveniente para nuestra sal– vación. (Catecismo, n. 239.) Con la oración bien hecha se pueden conseguir todos los bienes. Ténganse, sin embargo, en cuenta estas observaciones: - El bien sobrenatural de la gracia siempre se consigue, por ejemplo, vencer las tentaciones. - .La oración hecha en gracia de Dios aumenta en el alma esa misma _gracia y tiene valor satisfactorio por la pena temporal debida por los pecado.s. - ~os bienes temporales no siempre se consiguen por la oración. Pues la oraciqn bien hecha no nace del egoísmo, sino que se somete a los planes de Dios, según los cuales hemos de sufrir para llegar hasta EL Recordar el ejemplo de Cristo, que, al pedir verse libre de la Pasión, añadió: «Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Le. 22, · 42). Y de hecho el Padre no apartó de Jesús el cáliz de la Pasión. La eficacia infalible de la oración está prometida por Jesús en el Evangelio: «Pedid y se os dará» (Mt. 7, 7). «Cuanto pidiereis al Padre en ,mi nombre, os lo concederá» (Jn. 16, 23). 6. PRINCIPALES ORACIONES: EL PADRENUESTRO ¿ Cuál es la oración más excelente? - La oración más excelente es el ·Padrenuestro, que enseñó Jesucristo a los Apóstoles. (Catecismo, n. 240.) 1'14-
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