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-No-respondió uno-; es mejor confesarnos mañana para que la comunión sea más pura. A las cinco de la madrugada iban camino de la iglesia y Zarra, con su natu– ral buen humor y como animando a los demás, dijo: -¡Hala, muchachos! ¡Vamos, desocupad el saco como los buenos! Dos sacerdotes los absolvieron. Los leones del juego, que días más tarde ha– bían de dejar patente su gran valía como deportistas obteniendo dos triunfos, el primero en Dublín y el segundo ~n París, se convirtieron en corderos blanquí– simos para recibir la carne y la sangre del verdadero Cordero inmaculado . @JERCICIOS l. Buscar en el Evangelio el conocido pasaje en que Jesucristo promete solemnemente la Eucaristía, y hacer algunas reflexiones sobre el mismo. 2. La práctica de la confesión tiene muchos adversarios. ¿Por qué? 3. ¿Qué novedades introdujo San Pío X en orden a la Comu– nión? 106