BCCCAP00000000000000000000493

hasta la fiesta de la Santísima Trinidad. En España, por especial privilegio, suele anticiparse al Miércoles de Ceniza. Si alguien no comulgara durante el tiempo pascual, debe hacerlo en el resto del año. B) COMUNIÓN POR VIÁTICO Se 'llama Santo Viático a la comunión que se administra a quien se halla en peligro de muerte. La Eucaristía es prenda de vida eterna, pues dice el Señor: «Si alguno co1ne de este pan vivirá para siempre» (Jn. 6, 51). Por ello la Iglesia ha declarado que en peligro de muerte, cualquiera que sea la causa de ese peligro, obliga a los fieles el precepto de recibir la santa Comunión. - Se ha de administrar el Viático incluso a los niños que tengan uso de ra– zón, aunque no hayan hecho la primera comunión. - Aunque se haya comulgado el mismo día, es aconsejable que se administre otra vez ]a comunión por Viático. 7. LA COMUNION FRECUENTE ¿Desea la Iglesia que confesemos y comulguemos con frecuencia? - La Iglesia desea que confesemos y comulguemos con frecuencia, y no debemos contentarnos con hacerlo una vez al año. (Catecismo, n. 180.) La Iglesia desea que los fieles comulguen con frecuencia, y aun todos los días. El ideal del cristiano es vivir más· y más unido con Cristo, y el medio propio de esta unión es la Eucaristía. Para c01nulgar con frecuencia es suficiente: - estado de gracia (los pecados veniales no impiden la comumon, si bien es conveniente hacer un acto de dolor para que se nos perdonen antes de comulgar); recta intención, es decir, no comulgar por rutina o vanidad, sino por agradar a Dios y aumentar el tesoro de la gracia; se recomienda la preparación diligente y la acción de gracias. €LECTURA LOS FUTBOLISTAS COMULGAN La víspera de salir la selección española de FútboJ para Irlanda y Francia, el entrenador, como es costumbre, dijo: -Todo está listo. Si falta algo, que se diga. Como si todos se hubieran puesto de acuerdo, exclamaron: -Falta lo más importante: confesarnos para hacer una santa comurnon. Con este ímpetu que caracteriza a los españoles, respondió el preparador: -Vamos a la iglesia todos. ¿A qué esperamos? Yo iré el primero. 105