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4.-POR QUE LA CONFESION HA DE Slm. AURICPLAU Confesión auricular significa que el pecador o penitente dice secreta– mente al confesor sus pecados. Es necesario decir los pecados al confesor, porque el sacerdote está constituido por Jesucristo juez de los pecados y no podria juzgar sobre los mismos si el penitente no se los dice. Antiguamente se imponían penitencias públicas por los pPeados mayores (no poder entrar en la iglesia durante cierto tiempo, no poder comulgar, etcétera) y sólo después de cumplidas estas penitencias podían los peca– dores recibir la absolución. A esto se llamaba penitencia Jlúhliea. También ocurría que algunos confesaban en público sus pecados. Actualmente la Iglesia no obliga más que a la penitencia privada o con– fesión auricular, que es la confesión como ordinariamente se realiza. La confesión de los pecados ayuda también a conocerse a sí mismo, pone en ocasión de recibir un buen consejo y hasta da muchas veces la tranquilidad natural de quitarse un peso de encima. Pero hay que olvidar que la finalidad esencial del sacramento de la penitencia es únicamente perdonar los pecados restituyendo al alma la vida sobrenatural. La confesión hablada puede hacerse por escrito, si el penitente tiene alguna dificultad para hacerlo verbalmente (si es muelo, si es tan nervioso que al hablar se le olvidan las cosas...). Siempre cleberú dar a entender o decir que se acusa y arrepiente de esos pecados. Tal confesión por escrito, aunque puede ser aconsejable en algunos casos, nunca es obligatoria. 5.-MATERIA Y FORMA DE LA PENITENCIA Aunque la materia estricta de un sacramento es aquello con lo cual el ministro realiza el signo sacramental al unirla con la forma, en la peni– tencia se llama: 1) Materia próxima, a los actos del penitente (contrición, confesión y satisfacción). 2) Materia remota, a los pecados que se acusan. Los pecados pueden constituir: a) Materia necesaria de confesión, cuando es necesario decirlos para que la confesión sea buena: son materia necesaria los pecados mortales no confesados o confesados mal. -- 56 --