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Lección 7 LA EUCARISTIA COMO SACRAMENTO (Continuación) Introclun·ión.--La Eucaristía la instituyó Jesucristo para nosotros. Es el sacramento o ser1al de su amor. Por la Eucaristía .Tesucrislo queda entre nosotros y en la Eucaristía es donde nosotros tenemos que encontrarle. Por esta razón Liene un gran interés prúclico para nuestra vida la lección presente, en que se trata del modo cómo el hombre ha de acprcarse a recibir a Jesucristo Sacramentado. 1.-IHSPOSIC:IONES l'.\RA t:o:uuuan En ningún sacramento recibido por personas con uso de razón se da la gracia si no hay en quien lo rccilw un mínimo de buena intención. Pero especialmente en la Eucaristía, que es un PiteuPntro pPrsonal del hombre con Cristo, se requiere en quien se acerca al Seiior una buena disposición espiritual. Y la Iglesia, que es la administradora de todos los sacramentos de Cristo, da también ciertas normas apropiadas para recibir con el mayor respeto y veneración el Sacramento de los sacramentos. Las disposieiones exigidas por Jesucristo y la Iglesia para comulgar son de dos clases: disposiciones dPI alma y disposiciones dPI c•uerpo. Las dispo– siciones del alma consisten fundamentalmente en tener 1mrPza de c•on– eiencia, es decir, estar en gracia de Dios, y rPda intc•nc-ión (no ir a comulgar simplemente por motivos humanos, v. gr. para que le vean a uno). Las dis– posiciorws del cuerpo se refieren al ayuno Pm•arístico y a la eompostura c•xterior. 2.--PUREZA DE C:ONCmNCIA Pureza de conciencia significa que el que comulga no ha ele tener concien– cia de pecado mortal que no haya confesado bien. Aunque uno crea que l'stá 40 --

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