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El Bautismo quita los pecados y da la vida sobrenatural. La Confirma– ción es robustecimiento de la fe recibida en el Bautismo y da gracia espe– cial para creerla y confesarla esforzadanH'IÜe. La Confirmación es el sacranwnto dt•l ¡wrfN•to eristiano, que no sólo es cristiano en el interior de su alma, sino que lo manifiesta sin respeto humano y sin miedo a insultos, dispuesto a dar la vida por Cristo si es preciso. Y esto tiene por una infusión especial del Espíritu Santo. 2.--XECESIR\D DE L.\ COl\"FIR\L\CIO:\ La Confirmación no es absolutanwnll' necesaria para la salvación. Pero en ella se recibe una marca de fortaleza espiritual muy conve1iie1ltt' para que no sinlamos vergüenza de ser bm'nos cristianos. I Iay quP procurar, por tanto, recibir el sacramenlo de la Confirmación: y sería pecado mortal dejar de recibirlo por desprecio. Jesucristo instituyó la Confirmación para darnos la perfrceión de su gracia, y los Apóstoles y la Iglesia han leniclo siempre cuidado de que se administre a todos la Confirmaeión. :L- :\L\TEUL\ Y HHUI.\ HE L\ CO:\FllULH:10:\ La matt'ria, o acción que ronstil uyc el signo sacramental de la Confir– mación, es la im1H1sición dt' la mano del ministro sobre la calwza del que es confirmado. y al mismo tiempo la mwión en la frente eon el santo C:..isma. El Crisma. que es la matnia rt'mota de la Confirmación. es un compuesto de aCl•ite de oliva y de bálsamo oriental consagrado soh'mrn'11w11le por el obispo el .J uevcs San lo. La forma o fórmula que dice el ministw. es la siguh•11ll': <<Yo Le seüaln eon p} signo de la Cruz y Le confirmo con d crsima de la salud en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». Con Pslas palabras Sl' si,gnifiea eómo la Cruz ha de ser la bandera del cristiano. l.- -llL\lSTRO Y SlTETO DEL\ COXFIIULHIOX El ministro ordinario de la Confirmaeiún es el obispo. Pero con autorización de la Santa Sede puede administrar la Confir– mación cualquier sacerdote. Esta autorización la tienen actualmente los -· :rn

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