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tidad del hombre consiste en la dignidad de estar unido a Dios. Y nadie más unido a Dios que María, Madre del Verbo Encarnado. No es exageración afirmar, como lo han hecho muchos doctores, que la santidad de María es mayor que la de todos los santos y án– geles juntos. 5.-1\lADRE DE TODOS LOS HOlVIBitES María, que fue Madre de Cristo, Inmaculada, Santísima y siempre Virgen, ¿qué es para nosotros':' Maria es Madre espiritual de todos los hombrPs, porque junto con Cristo nos da la vida sobrenatural. Maria contribuyó a darnos la v:da espiritual: 1) Al aceptar ser l\Iadre de Cristo en la Encarnación: Puefi Cristo es la Cabeza del Cuerpo Místico del que nos hacemos miembros por el Bautismo. Por ser Madre de la Cabeza lo es también de todos los miembros que reciben la vida de esa Cabeza. 2) Al as¡istir con su dolor a la Pasión ele Cristo: El acto p~:inci– pal con el que Jesucristo obró nuestra Redención fue su Pasión y Muerte de Cruz. De ahí que Jesás se haga vida nuestra de modo especial en su muerte. Igualmente María soporta por nosotros junto a la Cruz el dolor de ser Madre del Redentor y Madre del Cuerpo Místico. Por todo ello, cuando Jesús moribundo dijo a ,Juan «Ahí tienes a tu Madre», se puede ver en Juan al representante de todos los hombres. María, lo mismo que contribuyó de ese modo maternal a que se verificara por Cristo la Redención de los hombres. colabora también en la aplicación de esa Redención a cada uno de nosotros. Toda gracia de Cristo pasa por Maria. EsLo significa que María es la Me– dianera de todas las gracias que se dan a los hombres. .Es cierto que entre Dio::, y los hombres no hay más que un Me– diador, Cristo Jesús (1 Tm 2, 5), pues El fue el único que por su propia virtud y méritos reconcilió a Dios con los hombres. Pero esto no f'XCluye que en su obra tenga colaboradores dependientec, de El. Y la primf'ra y universal colaboradora de Cristo es María. 6.-ASUNCION A LOS CIELOS La verck'td de la Asunción de María a los cielos consiste en que la Virgen, al terminar su vida terrestre, fue subida a la gloria ce– lestial en cuerpo y alma. María, que tenía un cuerpo mortal, murió a semejanza de Cristo. - 66 -