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no se cumple lo que Dios manda, v. gr., no ayudar a un pobre cuando lo necesita. Los preceptos de Dios pueden ser dados inmediatamente por El en la ley natural y en el Decálogo (los diez Mandamientos), o dados por sus representantes legítimos, v. gr., la autoridad eclesiástica, cuando manda alg·o intentando obligar en conciencia. Para que haya pecado verdadero se necesita que el que lo comete lo haga libremente, advirtiendo que es pecado lo que hace. Y así no hay pecado si un hombre mata ¡;_ otro disparando contra un mato– rral en que creía había un looo y no un hombre; ni tampoco es verdadero pecado una blasfemi¡,_ que uno dice soñando, o si la dice un niño sin saber qué significa. Cuando la acción mala es involuntaria o inadvertida, se la llama pecado material, en contraposición al pecado forro.al , que es el pe– cado verdadero. 2.-· CLASES DE PECADO Hay muchas olases de pecado, pues se le puede considerar bajo diversos aspectos: 1) Según de quien procede 01 pecado puede ser: personal, cuando lo comete uno mismo; orig'inal, que es el heredado de nuestros pri– meros padres. 2) Según la importancia puede ser grave (o mortal), cuando se realiza en materia grave con plena advertencia y consentimiento perfecto; y leve ( o venial) cuando es cosa de poca importancia o, si es materia grave, no se hace con plena advertencia y consentimiento perfecto. (Sería pecado grave decir una blasfemia contra Dios, dán– dose perfecta cuenta y queriendo decirla; mientras que es pecado venial decir una palabrota, o también el hacer que uno se mate cuando se le echó la zancadilla sólo para gastarle una broma, pues no se quería matarle.) 3) Según la manera como se comete puede ser de pensamiento (cuando uno se pone a pensar algo con deleite prohibido), de deseo (cuando se quiere hacer algo ma:o), de palabra ( cuando se dice lo que no se debe), de obra ( cuandu se hace alguna cosa mala), y de omisión ( cuando no se hace lo debido). 4) Según la virtud contra la que va el pecado: pecados contra la religión, contra la justicia, contra la castidad, etc. 5) Según el modo de ser del mismo pecado: Se puede conside– rar el mismo acto de pecar, v. g,r., desear la muerte de una persona, 42

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