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Jesucristo dijo en cierta ocasión: <,Para Dios todo es posible» (Mt 19, 26). Por el hecho de ser causa de todo, todas las cosas que son o pueden ser lo son en virtud del poder de Dios. El poder de Dios se funda en su ser infinitamente perfecto, y, por lo tanto, lo que no se funda en su perfección, es imposible. Y así decimos que Dios no puede equivocarse, obrar mal, hacer cosas con– tradictorias, etc., ya que esto sería una imperfección y Dios no sería Dios. 3.-CONCEP'l'O DE MILAGRO Milagro es un hecho sensible producido por Dios fuera del orden de la naturaleza. El milagro es un efecto de la omnipotencia de Dios independien– temente de las leyes naturales y que, al ser sensible, demuestra la intervención del mismo Dios. Por ejemplo, la restitución de un miembro que no se tiene, la multiplicación del pan de modo ins– tantáneo, la resurrección de un muerto de cuatro días, son cosas que, evidentemente, sólo las puede hacer Dios, pues no hay fuerza uatural que llegue a tanto. Finalidad del milagro: 1) Es en primer lugar llamar la atención de los que lo comprueban (porque lo ven o porque se lo cuentan personas dignas de crédito) para que vean allí la intervención de Dios. 2) En segundo lugar la finalidad del milagro es garantizar así la aprobación divina de la doctrina relacionada con ese milagro. Milagros de Jesucristo: San Juan, después de narrar en su Evan– gelio la vida de Jesús toda llena de prodigios, dice: «Muchas otras señales hizo Jesús en presencia de los discípulos, que no están es– critas en este libro; y éstas fueron escritas para que creáis que Jesús es el Mesías, Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis la vida eterna en su nombre» (Jn 20, 30-31). Son muchos los milagros que garantizan la verdad de la doctri– na de Jesús, pues se ve bien claro que Dios estaba con El. Ningún hombre normal puede dudar de los milagros de Jesús, narrados por muchos testigos, que llevaron tras El a las multitudes y que sus mismos enemigos reconocen. Pnes <<Convocaron los príncipes de los sacerdotes y los fariseos una reunión y dij eron: ¿ Qué hacemos? ¡que este hombre hace muchos milagros! Si le dejamos así, todos creerán en El, y vendrán los rumanos y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación» (Jn 11, 47-48). Los Evangelios narran en particular unos 40 milagros de Jesús, - 28 -

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