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V "VOSOTROS SOIS TODOS HERMANOS (Mt 23, 8) A simple vista pudiera parecer algo marginal el sentido fraterno dentro de la espiritualidad. Por– que la vida espiritual establece las relaciones del hombre con Dios, relaciones que podemos Uamar de jerarquía, de sumisión, pero no de igualdad. Y sin embargo una consideración teológica nos des– cubrirá el relieve primordial que el hermano ocu– pa en las relaciones del hombre con Dios. En una visión naturalista del hombre, se advier– te que el ser humano no ha sido hecho para vivir solo sino en sociedad. Y en el plano sobrenatural esta verdad adquiere Una fuerza insospechada: Dios no quiere que el hombre se salve solo. Nos ha dado un hermano mayor [Col 1, 15). Y todos somos hermanos (Mt 23, 8). No vamos a descubrir la fraternidad. Pero quere– mos destacarla en todo su vigor. En el mensaje de Los Negrales, la fraternidad no es sólo una consi– deración piadosa o moralizante, sino que tiene fuerza vinculante, y diríamos jurídica si no fuera por lo que de frío e inhumano tiene para nosotros todo lo Jurídico. Lo fraterno es vital, calor, alegría y no podemos renunciar a ello sin condenarnos a muerte. Seguramente la fraternidad es una de las ideas básicas del Concilio Vaticano 11. Hay una frase que para mí es clave: "Abrir a todos los hombres los caminos del amor y esforzarse por instaurar la fraternidad universal no son cosas inútiles" (1). A los mismos presbíteros les recuerda que "moran con los demás hombres como con hermanos" (2); (1) Gaudium et Spes, - n9 38. {2) Presbyterorum Ordlnls, n9 3. 53