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con un serv1c10, no con el egoísmo. Y esta es la libertad de que Cristo nos dio ejemplo y a la que somos llamados. Quiero terminar este capítulo recogiendo la idea de la nueva imagen de Dios que Cristo nos ha ofrecido. Si en el A.T. Dios era fundamentalmente el Todopoderoso, cuya gloria no cedía a nadie, por– que era precisamente el signo de su autenticidad, Cristo nos ofrece la nueva imagen de un Dios que cede su poder y que escoge la debilidad como sig– no de su ser. "El cual siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios" (Fil 2,6). La señal de la Divinidad va a ser su anonada– miento: "Se despojó de sí mismo tomando condi– ción de siervo" (Fil 2, 7). No tanto es el Dios-Poder cuanto el Dios-Amor, o Padre, el que quiere manifestarse. Por eso es– cogió el anonadamiento, la muerte: "No hay mayor amor que dar la vida por aquel a quien se ama" (Jn 15, 13). En la cruz, escogida libremente para darnos este testimonio de amor, tuvo que escuchar la requisitoria de los sumos sacerdotes: "Que baje de la cruz para que lo veamos y creamos" (Me 15, 32). Cristo podía bajar y demostrar que era un Dios-Poder, pero quedándose en la cruz pudo demostrarnos lo que pretendía: que era un Dios– Amor. Esta es la explicación profunda que nos ofrece Urs von Balthasar hablando de "la kénosis y la nueva imagen de Dios" (14). Es la concep– ción de Dios Anti-poder, como lo denomina Rovi– ra Tenas: "El mesianismo no violento, a base de la propia negación ... era todo lo contrario de lo que los hebreos pensaban de Dios" (15). "Esta es la diferencia decisiva con raspeen, a todas las demás religiones. La religiosidad huma– na remite al hombre, en su necesidad, al poder, al poder de Dios en el mundo: así Dios es el deus ex machina. Pero la Biblia lo remite a la debilidad {14) URS VON BALTHASAR, El misterio pascual, en Mysterlum Sa/utls, vol. 111. tomo 11. pp. 153-163. (15) ROVIRA TENAS, Jesús contra el sistema. (Bllbao, Desclea da Brou– wer, 1976) pág. 33, 50