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hacer un pantano, o logrst riego artificial, y Dios quiere que se haga eso y no una rogativa. Porque Dios quiere que nos sirvamos de los medios que El ha puesto a nuestro uso, y no que lo esperemos de El a través de una intervención milagrosa. El intentar resolver la sequía (es un ejemplo) por me– ·Hos naturales, parece aue no tiene nada de reli– gioso, y sí organizar una procesión. Y sin embargo cumple mejor la voluntad de Dios quien trabaja para establecer un riego artificial que quien orga– niza la procesión. Esto es una inversión de valo– res, es un cambio de mentaiidad, es la "peniten– cia" [metanoia) que Dios predicaba a los hombres. Un mundo secularizado es un ambiente en que Dios se oculta (se anonada, se despoja del poder) para que el mundo sea mundo y el hombre sea hombre. Parece que Dios pierde terreno pero en realidad lo gana, porque la autonomía de la obra redunda en gloria del autor. La construcción de un instrumento, sea cual sea, tanto perfecta será cuanto menOs necesite posteriormente la interven– ción del mismo constructor. Un mundo cuyos pro– blemas podamos ir resolviéndolos nosotros mis– mos da más gloria a Dios que si tenemos que' estar acudiendo a El constantemente para que interven– ga. Con esto se borran los límites de lo sagrado y lo profano (3). Lo sagrado era un reducto de es– pacio, de tiempo o de personas que se reservaba para Dios. Parecería a primera vista que esto era un obsequio al Señor, una ofrenda. Pero en rigor era un robo al negarle todo lo restante que llama– mos profano. "Mía es la tierra y cuanto contiene" decía el salmo, y los profotas, y toda la Sibila. Cuando se le quiso construir un templo, en algún modo era reducir a Dios, limitarlo: lo sagrado para Dios, en cambio lo profano no era para Dios. (3) Cito como orientación bibliográfica: OLIV1ER RABUT, Valor espiritual de Jo profano (Barcelona, Estela, 1965). MlRCEA ELIADE, Lo sagrado y lo profano (Madrid, Guadarrama, 1967). MARCEL MAUSS, Lo sa• grado y lo profano (Barcelona, Barral editores, 1970). FILIPPO LJ. VERZIANI, Demftizzazione ed esper/enza del sacro, en Renovatio, 6 {1971) 359-370. 183