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lección sobre la libertad con que Dios actúa co– mo expresión de .su señorío. Esta es una de las características de Dios. "Cuando Dios aparece actuando con violencia y arbitrariedad, un dios SHED se está manifestando en el transfondo. Israel en su experiencia de fe ha llegado a descubrir que Yahvéh es aquel al :¡ue le convienen todos los predicados" (4). No esclavicemos a Dios En la práctica y frecuentemente el hombre niega la libertad de Dios. El hombre, si pudiera, escla– , vizaría a Dios. No puede, naturalmente. Pero lo lintenta. Intentamos esclavizar a Dios a unas leyes, a unas ideas, a unos ritos, a unos lugares. Quizás los más culpables seamos los que pertenecemos al sector eclesiástico como contraposición al de los simples fieles. Nos res.ulta muy cómodo tener a Dios bajo llave, a disposición de un gesto de nuestra voluntad o de un rito. Hemos señalado el camino que Dios tiene que seguir, los pasos que tiene que dar. Como aquel jefe de sinagoga que se irritaba porque Dios curaba en sábado: "Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado" (Le 13, 14). Es cierto que Dios había impuesto la ley del descanso a los hombres, pero no a sí mis– mo: "Mi Padre trabaja siempre, y yo también tra– bajo" (Jn 5, 17). Con razón increpaba Cristo a los jurídicos: "¡Ay de vosotros, los legistas, que imponéis a los hom– bres cargas intolerables ... , que os habéis llevado la llave de la ciencia. No entrásteis vosotros y a los que querían entrar se lo habéis impedido" (Le 11, 46-52). (4) RAMON GUERRERO, E'Xperlencla de Dios y catequesis, (Madrid, PPC, 1974) pág. 149. Toda esta actuación lmprevlsfble de Dios se expre– saba con la raíz SHED: véase páginas 146-153. Igualmente referido a Cristo puede verse el llbro de GERARD BESSIERE. Jesús Inasible, (Salamanca, Sfgueme, 1975). 16