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silencio dentro de ella. La muerte violenta es el fin normal de los profetas. Francisco sufrió mucho. Me remito al hermoso libro, poético pero verídico, de Leclerc "Sabiduría de un pobre". Es quizás inevitable el sufrimiento para quien se esfuerza porque las cosas vayan mejor. Pero él no optó ni por salirse de la Iglesia ni por claudicar de su ideal. Y así la renovación del pueblo de Dios fue una hermosa realidad que Francisco pudo llevar a cabo. Renovación de la Iglesia en el siglo XIII 1 J Fidelidad a la Iglesia Aunque parezca paradójico, Francisco intuyó que la renovación de la Iglesia exige fidelidad a la misma. No puede haber renovación si se pretende la destrucción de la misma. Levantarla desde sus cimientos es hacer otra iglesia, pero no renovar la Iglesia de Cristo Hay datos más que suficientes en la vida del santo que demuestran esta fidelidad a la Iglesia. Su conversión personal y la renuncia a los bienes paternos se verifica bajo la protección del Obis– po de Asís, que lo cubre con su manto (4). Ape– nas se le une un grupo de compañeros para vivir el nuevo estilo, Francisco acude a Inocencia III que le aprueba de viva voz su norma de vida (5). Más tarde lo hará de modo solemne el Papa Honorio lll (6). En la Regla se establece como fundamento es– ta fidelidad al Papa "Fray Francisco promete obe– diencia y reverencia al Señor Papa Honorio y a sus sucesores canónicamente elegidos, y a la Iglesia romana" (7). Quienes quieran ingresar en la Orden han de ser "examinados con diligencia acerca de la fe católica" (8). Una de las actitudes (4) S. BUENAVENTURA, Leyenda, cap. 2. (5) S. BUENAVENTURA, Leyenda, cap 3. (6) S. BUENAVENTURA, Leyenda, cap. 4. (7) Regla segunda, cap. 1. (81 Regla segunda, cap. 2. 157

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