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Porque hemos sido creados para la felicidad y el amor y no lo estamos logrando. "Dejadme con la canción, que, cuanto más cante, menos morirá mi corazón. Dejadme con la esperanza de que es más clara la vida, si canto, cada mañana. Dejadme con la ilusión de que, cantando, camino un camino que va a Dios. De que Dios quiere que cante por esos mundos de Dios" (7). No olvidemos la consigna del Señor: "Si tu ojo estuviese sano, todo tu cuerpo estará en la luz; pero si tu ojo estuviera enfermo, todo tu cuerpo estará oscuro. Y si la luz que hay en tí son tinie– blas, ¿cuánta será la oscuridad?" (Mt 6, 22-23). "No os inquietéis por el día de mañana, que el mañana traerá su inquietud. A cada día le basta su afán" (Mt 6, 34). {7) RAFAEL DE PENAGOS. 154